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TITI: "La fundadora del BLOG"

Debido a accidentes, enfermedades o vejez tus amigos animales pueden sufrir alguna discapacidad, no es necesario ponerlos a dormir, encuentra una mejor solución

viernes, 23 de diciembre de 2011

En estas fiestas identifica y cuida a tu mascota


"...El ruido por el ruido mismo, tan fugaz como las luces que lo acompañan pero con consecuencias sociales que perduran en el tiempo... 
...Qué cosas de la realidad no querrá escuchar, qué necesita tapar con un estruendo o qué circunstancias terrenales no querrá mirar que precisa estar observando el cielo lleno de luces por minutos?..." (Extracto por una ciudad libre de pirotecnia de Julio Armando)
Texto completo: Diario la opinion
‎"No hay buena o mala pirotecnia, ni autorizada ni no autorizada, ni pólvora negra o blanca. Todos los productos son nocivos porque producen daño. El peligro radica en usarlas"
Mas informacion en: 
Facebook No me gusta la pirotecnia

Texto completo, porque vale la pena no perderlo
Cualquier motivo parece ser válido para echar mano al ruido estridente de un petardo, de una bomba de estruendo, de un rompeportón o cualquier tipo de pirotecnia. Una manifestación, un partido de fútbol, un recital, una inauguración, la llegada del año nuevo; excusas perfectas para apelar a la forma más primitiva de festejo: el ruido. El ruido por el ruido mismo, tan fugaz como las luces que lo acompañan pero con consecuencias sociales que perduran en el tiempo. Después de la adrenalina, del asombro, de la carcajada aparece un niño quemado, un adulto con su ojo perdido, un animal desorientado provocando accidentes, un depósito incendiado, una vidriera rota…; un festejo que nos sale caro a todos. Sólo beneficia a unos pocos que se dedican al rubro en un corto lapso de tiempo pero que evidentemente en nada suma a la vida económica de una ciudad. 
Siendo un poco filosófico uno se preguntaría qué vacío de palabras necesitará llenar el hombre con ruido, qué cosas de la realidad no querrá escuchar, qué necesita tapar con un estruendo o qué circunstancias terrenales no querrá mirar que precisa estar observando el cielo lleno de luces por minutos. En definitiva lo que uno se pregunta es qué silencios se quieren evitar. Pero no siendo tan “místico” está claro que las consecuencias sociales de la pirotecnia son tangibles y reales. Entre ellas, chicos y grandes accidentados por quemaduras, generando saturación en la guardia del hospital; y por ende produciendo un gasto de insumos que se podría obviar; además de la afectación de personal que podría estar abocado a otra tarea. 
Decenas de animales perdidos por las calles con todo el problema que esto implica: una familia o persona que pierde su mascota de toda la vida y que a veces es la única compañía que tiene o lo traumático emocionalmente que es para ciertos niños extraviar a su “mejor amigo”. Además de todas las consecuencias que trae un perro más en la vía pública: accidentes de tránsito, peleas callejeras, sobrepoblación. Por un lado se viene trabajando muy bien con el programa “No más perros en la calle” y el quirófano móvil en los barrios; pero por otro ese trabajo se ve puesto en riesgo permitiendo el uso de pirotecnia que posibilita la deambulación de animales en la ciudad. 
No hay que olvidar mencionar entre las consecuencias, lo peligroso que significa para una localidad tener un depósito de elementos altamente inflamables por más controles que se hagan; y ni hablar la cantidad de negocios que venden pirotecnia sin las condiciones básicas de seguridad. Así como se regula la quema de hojas, el exceso de velocidad y tantas otras cuestiones que perjudican a los vecinos también se debería regular el uso de pirotecnia que afecta a tantos ciudadanos.
¿Cuál es el beneficio? Ninguno. ¿Cuál es el costo? Alto. Es por eso que más allá de las campañas de concienciación se hace imprescindible que el estado se haga presente y regule a través de ciertas normas la utilización de estos elementos (por si a alguno no le gusta la palabra prohibir, aunque de eso hablo específicamente) No puede ser el municipio espectador de todas las consecuencias antes señaladas sin intervenir a favor de una mejor convivencia y calidad de vida. O lo que es peor, no puede el estado local promover el uso de la pirotecnia utilizándola en eventos públicos. En este caso el mensaje es pésimo: gasto recursos de la gente en perjudicar a los mismos ciudadanos y estimular la utilización indiscriminada. Acá no sirve la frase “esto no lo hagan en su casa”, aquí hay que predicar con el ejemplo y con hechos.

EL EJEMPLO 
DE CASILDA
Esta localidad santafesina fue la primera en marcar un rumbo como Estado que interviene en beneficio de sus ciudadanos y no se desentiende de la problemática de la pirotecnia. “Con la vista puesta en la seguridad y para preservar la salud, el bienestar de las personas y el cuidado de los bienes públicos y privados, el Concejo sancionó una ordenanza que prohíbe en jurisdicción de esta ciudad la comercialización, tenencia, uso, manipulación, depósito, circulación y transporte de materiales de pirotecnia.” (Diario La Capital). La norma comenzará a regir a partir del 1 de enero del 2012 y “quienes incumplan lo dispuesto serán pasibles de sanciones económicas además de procederse al decomiso de la mercadería y la clausura del local durante cinco o diez días aunque el tiempo será mayor en caso de reincidencia. Y en caso de que la infracción se produzca en espacios públicos o privados, espectáculos o actividades deportivos, y sus responsables no sean identificados deberá responder la entidad organizadora del evento”. Además, la ordenanza establece que “los controles serán realizados conjuntamente entre personal municipal y policial y la Municipalidad deberá llevar adelante una amplia campaña de difusión sobre los alcances de la norma”. El legislativo local fundamentó la prohibición a fin de prevenir accidentes y ante la limitante que "no existen en el mercado elementos de protección y prevención para mitigar explosiones o extinguir posibles siniestros". Además de sostener que "el mercado de trabajo en la venta de pirotecnia es estrictamente reducido y temporal, por lo cual no genera ningún impacto positivo sobre el desarrollo socioeconómico y productivo de la ciudad". 
Rafaela, ejemplo en tantas cuestiones, sobre todo ambientales; necesita una norma parecida. O por lo menos empezar a discutir este tema entre todos los sectores e instituciones. El estado sobre el mercado y a favor de los vecinos; una regla a tener en cuenta también en estas cuestiones. Y que el próximo año recibamos el 2013 libres de pirotecnia. 

Julio Armando
DNI 28.133.033
juliocesararmando@hotmail.es

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