PLATON y las personas de razas peligrosas

Para Platón, el hogar hoy está en una pequeñísima caricia. Su pasado -su reciente pasado- le dejó cicatrices imborrables y ahora lucha por tener una vida normal, aunque ese objetivo sea -un tanto- imposible.

Esta es la historia de un rottweiler que fue maltratado por sus dueños y que, tras haber perdido una pata, luchó para tener una de palo para poder seguir viviendo. Platón pretende, además, sentar un precedente judicial para frenar con estos episodios plagados de crueldad.

Todo empezó hace dos meses, pero este relato se divide en dos partes. Por un lado, los 30 días que Platón permaneció atado en un baldío, cuando sus dueños dejaron que se le pudrieran las patas traseras. Por el otro, el rescate, su lucha diaria y su esperanza para conseguir un nuevo hogar.
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DESIDIA E INDIFERENCIA

Miembros de la organización no gubernamental Proyecto 4 Patas (P4P) recibieron una denuncia a través de Facebook. Un vecino de la familia de Platón, del barrio Magdalena ubicado en Merlo, los alertó sobre lo que pasaba.

“Según la dueña, un mes atrás, cuando el animal estaba atado fue atacado por una jauría por una perra en celos. Ella aseguró que llamó a un veterinario y que le dio la medicación, pero se la dio mal o no se la dio”, explicó Carolina Martín, presidenta de la agrupación mascotera.

Cuando encontraron a Platón, el animal seguía atado y la situación era catastrófica: dormía arriba de su excremento, tenía una pata mutilada -él mismo se la había comido por las heridas- y la otra ya estaba “podrida”. “Para la dueña, su perro era un pedazo de bolsa que se estaba muriendo”, remarcó, indignada, Carolina.

Pese a las advertencias de la mujer sobre la supuesta agresividad del animal, el equipo de rescate de P4P pudo acercarse sin inconveniente a Platón y luego de ponerle un bozal por seguridad, lo trasladaron de urgencia a un veterinario.

LA ESPERANZA

Los tratamientos y las curaciones, desde ese entonces, son constantes. Actualmente, Platón vive en un hogar de tránsito en Caballito y su tutora es Almendra Gargiulo.

La semana pasada, en la última consulta veterinaria, la doctora María Elena Martínez sugirió realizarle fisioterapia para poder concretar la cirugía que le inmovilizará la pata trasera restante. “La idea es que pueda utilizarla como bastón”, explicó Gargiulo.

Los especialistas pretenden evitar, hasta el cansancio, que Platón quede paralítico. “El camino que queda es muy largo y necesitará de mucha ayuda”, agregó Gargiulo. Según le explicó al equipo de “Pocas Pulgas”, el rottweiler necesita mantenerse en pie con tres patas para poder compensar el peso del cuerpo y para lograr realizar una rutina normal al menos unos minutos al día.

Por su lado, Proyecto 4 Patas denunció penalmente a los antiguos dueños del animal por violación a la Ley Nacional 14.346 de “Protección Animal”. “Pocas veces tuvimos éxito, pero presentamos todos los papeles en la Fiscalía de Morón y esperamos dejar un precedente”, especificó la presidenta.

A su vez explicó que la pena para este delito puede ser de 15 días hasta un año de prisión. “Lo de los dueños fue sólo desidia e indiferencia, el factor económico no tiene nada que ver en en este caso”, concluyó.

Mientras Platón juega con una botella en el patio de Almendra, imagina cómo será la futura familia que lo adopte y anhela ser el último protagonista de un caso de maltrato animal. ¿Se cumplirán sus deseos?

¿Querés ayudar a Platón? Escribí a info@proyecto4patas.org. 
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