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miércoles, 24 de noviembre de 2010

Epilepsia: una enfermedad cerebral



La Epilepsia en Perros es relativamente frecuente, tratándose de una enfermedad muy aparatosa y que preocupa enormemente a los propietarios. Esta preocupación es normal, ya que representa un espectáculo muy desagradable, en el que se tiene la impresión de extrema gravedad.

El principal síntoma de la epilepsia  en perros son las  convulsiones; pero no todos los casos de convulsiones en perros se deben a Epilepsia en Perros.
Las convulsiones en perros no son una enfermedad, sino un síntoma (como la fiebre o el dolor) que se presenta en múltiples enfermedades y que pueden tener muchas causas, como veremos después.
Siempre que se presenta las convulsiones en perros es importante acudir al veterinario para que intente averiguar la causa, pues el tratamiento será totalmente distinto en unos casos u otros.

Para poder averiguar cual es la causa en los distintos casos de convulsiones en perros es necesario averiguar todos los antecedentes;  raza, padecimiento de otras enfermedades, edad de aparición del primer ataque, etc., análisis de sangre completo y otras pruebas que puedan ser necesarias como radiografías, electrocardiograma, etc. Es muy importante tener en cuenta que, puesto que los ataques no suelen ser presenciados por el veterinario, la información en cuanto a la descripción y el entorno del ataque, deben ser ofrecidas por el propietario en forma clara al profesional.








Una enfermedad cerebral

La denominada "Epilepsia idiopática o esencial" es una enfermedad cerebral en la que se produce una descarga generalizada de energía en el cerebro, que provoca convulsiones en perros. En esta enfermedad no existen alteraciones en los análisis, en las radiografías o en otras pruebas que podamos realizar. Son animales totalmente sanos en los que todas las pruebas que realicemos nos dan generalmente dentro de los límites de la normalidad. Se trata de un proceso hereditario, que aparece con más frecuencia en algunas razas como el Pastor Alemán, San Bernardo, Setter, Beagle, Epagneul Bretón y Caniche.
El primer ataque se presenta generalmente en animales de entre seis meses y cinco años de edad. Se diagnostica descartando todas las otras causas que hemos enumerado anteriormente, y si además coincide la edad (un animal joven), la raza y el tipo de ataques. Si por ejemplo el ataque se produce durante el ejercicio, pensaremos más en una hipoglucemia, si es tras haber pasado un moquillo, esta será su causa y como último ejemplo, si aparecen en un perro viejo, acompañado de otros trastornos neurológicos, buscaremos un tumor o lesiones por falta de riego cerebral.
En la epilepsia en perros, los ataques pueden ser más o menos violentos, produciéndose movimientos de "pedaleo" en las extremidades, salivación abundante, micción o defecación, y siempre con pérdida del conocimiento, siendo este un signo muy importante, pues nos permite diferenciarlo de otras patologías.
La duración de los ataques es siempre menor de 1 ó 2 minutos, aunque por lo desagradable que resulta para el propietario, suele parecer que dura mucho más. Es una enfermedad que en general no necesita un tratamiento de urgencia, excepto que aparezca lo que denominamos un "status epiléptico", en el cual se repiten en poco tiempo un ataque tras otro que agota al animal, resultando en este caso muy peligroso.
Un tratamiento apropiado
Las enfermedades causantes de convulsiones en perros deben ser tratadas de forma apropiada; glucosa o calcio en casos de descenso de los niveles normales, o  administrando la correspondiente medicación para una patología cardíaca o mediante el tratamiento de la enfermedad infecciosa si la hubiere..
El tratamiento en particular de la epilepsia en perros idiopática  consistirá en la administración de "anticonvulsivantes" en dosis bajas que eliminen los ataques o reduzcan la frecuencia y/o intensidad de los mismos, pero sin provocar demasiada sedación en el animal. El tratamiento no se comenzará tras tener el primer ataque sino que se debe esperar para valorar la frecuencia e intensidad de los mismos.
El principal medicamento que utilizamos es el "fenobarbital" con buenos resultados y pocos efectos secundarios, si bien puede ser necesario recurrir en algunos casos a otros fármacos.
Es importante realizar análisis periódicos para poder ajustar la dosis de la forma más apropiada en cada caso, pues las dosis son muy variables para cada animal y sólo determinando su nivel en sangre y respuesta al tratamiento se puede realizar este ajuste.
Colaboración de los dueños
La colaboración del dueño es imprescindible para administrar la medicación con la frecuencia indicada (sin olvidos), para valorar la frecuencia de los ataques si aparecen aun con la medicación y realizar los controles periódicos. Con propietarios poco comprometidos es muy difícil o imposible controlar correctamente la epilepsia en perros.
La epilepsia idiopática es incurable y debemos tener en cuenta que una vez instaurado el tratamiento será casi siempre de por vida; tan sólo en algunos casos podemos llegar a retirarlo.
La medicación debe administrarse muy regularmente y puede que con el tiempo aparezcan efectos secundarios, como alteraciones hepáticas.
De todas formas, y partiendo de que se trata de una enfermedad con consecuencias muy negativas, es importante precisar que el animal no tiene ningún tipo de sufrimiento durante los ataques, que estos pueden controlarse, que aparte de los ataques, el animal es absolutamente normal en todo y por último, que aunque resulten muy preocupantes para el dueño, nunca suelen producir la muerte.
¿Cómo actuar ante una convulsión?
La forma de actuar ante un ataque es en primer lugar conservar la calma y colocar al perro en un lugar donde no se haga daño golpeándose contra muebles u otros objetos, retirándolo de la proximidad de escaleras o lugares donde se pueda caer, etc.
No debemos intentar sacar la lengua del perro hacia afuera o realizar otras maniobras de ese tipo, pues es muy posible que de una forma involuntaria pueda mordernos.
Al pasar el ataque le dejaremos en un lugar tranquilo para que se recupere sin sobresaltos, pues tras las convulsiones se encuentran muy cansados.
Es importante tener en cuenta que el perro seguramente tendrá también ataques en nuestra ausencia, indicios de esto será encontrarnos el suelo o al propio animal, mojado con saliva, orina o en otras ocasiones sucio con materia fecal.
¿Por qué se presentan las convulsiones en perros?
Las enfermedades que pueden provocar convulsiones en perros son muy variadas, pudiendo deberse a:
* Causas metabólicas: como la bajada de calcio en sangre o "hipocalcemia" (frecuente en hembras en lactación), la "hipoglucemia" (tras ejercicios extenuantes o animales diabéticos) o en determinadas alteraciones de electrolitos (deshidratación, pérdida de sales minerales, trastornos en la dieta).
* Intoxicaciones: por multitud de tóxicos como estricnina, metaldehído (veneno para caracoles), cianuro, insecticidas, venenos animales, plantas, etc.
* Infecciones: como en el moquillo canino en su presentación Nerviosa, erhlichiosis, piroplasmosis o toxoplasmosis canina.
* Insuficiencia Cardíaca con síncope cardíaco.
*  Envejecimiento o tumores cerebrales que producen una disminución de la irrigación cerebral.
*  Enfermedades neurológicas: traumatismos craneoencefálicos, tumores cerebrales, accidentes vasculares (embolias o hemorragias cerebrales), etc.
*  Algunos trastornos del comportamiento como Ansiedad, fobias, Miedo a las tormentas o a los estruendos, etc. también pueden ser causa de convulsiones en perros.
*   Epilepsia idiopática: Es la  enfermedad neurológica más frecuente y causa primaria de convulsiones.






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